Siempre yo he querido
que cada golpe que se aseste
sea un beso prometido
y cada gesto que se muestre
sea uno de cariño
que cuando éste se muestre
sea bien recibido.
Quisiera poder ver nacer
miles de hermosos “te quiero”
y poder hacer desaparecer
los malhechores deseos
que desean siempre hacer mal
sobre todo cuyo cuerpo
que solo busque amar
sacrificándose por ello.
No creo en la Biblia,
tampoco en ningún dios
que dirija mi vida.
El amor es mi religión.
Soy un loco de atar,
¿Qué más me da
si mi forma de pensar
es lo que a mi me mola más?
Por mucho que de mi hablen
yo no pienso nada cambiar.
Yo no soy como nadie,
tengo mi propia personalidad.
Autor: Miguel Ayala Pérez
Yo solo soy como yo quiero ser y no dejaré que nadie domine por completo mi forma de ser a su imagen y semejanza.
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